ME DIRIJO A VOSOTROS
Para poder introduciros en la verdad, el deseo de la verdad tiene que dominaros por completo; de lo contrario, no podréis recibir un don que una vez rechazasteis: la luz de la cognición. Se lo os ofrece una y otra vez, pero primero se requiere la voluntad para aceptar este don. Vosotros marchasteis voluntariamente a la oscuridad, dejasteis atrás la luz, renunciasteis a una posesión preciosa que considerabais vuestra, pues era uno de los signos de la perfección en la que se encontraba cada ser creado por Mí …
Renunciasteis voluntariamente vuestra perfección y os convertisteis en seres sin luz; perdisteis todas las características de vuestra perfección: pero Mi amor no quiere que os quedáis así como os habéis formado. Por eso os ofrezco todo lo que os ayudará a recuperar de nuevo la perfección. Pero vuestra voluntad para aceptar lo que Yo os ofrezco es un requisito previo. Por eso también quiero introduciros a vosotros, los humanos, a la verdad, si existe el deseo.
Y sin excepción, vosotros, los humanos, estáis llamados para recuperar la felicidad y, por lo tanto, permanecer en la luz de la verdad. Por lo tanto, no podéis decir que a un ser humano se le concede menos gracia, que por lo tanto no puede lograr el objetivo que se le ha fijado. Pero la disposición a aceptar de los seres humanos varía mucho, y por lo tanto, el efecto de la gracia también varía, y esto los lleva a creer en una limitación de la gracia.
Todos vosotros estáis llamados, pues no excluyo a nadie cuando derramo Mi medida de gracia, que es ayudaros a alcanzar la bienaventuranza … Pero sólo unos pocos son elegidos … unos pocos aceptan los dones de gracia voluntariamente y siempre desean más, para que también puedan ser otorgados abundantemente, para que las gracias se hagan efectivos en ellos, y para que pertenezcan a quienes ya están ascendiendo de nuevo en la Tierra, a quienes ahora puedo considerar tan claramente que aparecen ante sus semejantes como “elegidos” … Sin embargo, su propia voluntad, su disposición y sus deseo los han llevado a su estado maduro, y por lo tanto fue posible traerles la verdad, para darles de nuevo la luz que a sus semejantes les falta, porque también carecen de la disposición para ella.
Ningún ser que anhele la luz necesita moverse en la oscuridad … Porque siempre consideré a Mis criaturas según su deseo, según su voluntad, pero jamás forzaré esta voluntad a aceptar los dones divinos. Y sería coerción si a los seres humanos se les otorgara un don extraordinario de gracia en contra de su voluntad, lo que inevitablemente los pondría en una luz. Pero entonces tal ser sería juzgado, no sería un ser con libre autodeterminación sobre sí mismo, capaz tanto de hundirse profundamente como de ascender excepcionalmente alto según su voluntad.
Y así sabéis que todo ser humano que se encuentra en la luz de la verdad ha adquirido esta luz por sí mismo a través de su voluntad, y por lo tanto podéis concluir del grado de cognición a una voluntad que está dirigida hacia Mí, porque solo Yo permito que la luz de la verdad brille en el corazón de un ser humano que busca unificarse Conmigo …
Un ser humano que Me niega, que no tiene ningún vínculo Conmigo, jamás podrá estar en la verdad, y jamás desearía seriamente esta verdad: el conocimiento que le da la luz acerca de su origen y de su propósito … A él le dominan únicamente los pensamientos y planes terrenales, se mueve en un mundo puramente terrenal; no reconoce el reino espiritual, y por lo tanto, jamás podrá recibir aclaración acerca de este reino espiritual, porque su voluntad determina sus pensamientos que fluyen hacia él. Y esta voluntad está dirigida únicamente hacia el mundo, por lo que sólo los pensamientos mundanos le llenarán. Pero sin vuestra voluntad, jamás podréis alcanzar la verdad …
Amén